Residuos sólidos urbanos: una ruta hacia el modelo de gestión ideal

Fecha de publicación: miércoles, 18 de mayo de 2022

Por: Sebastián Guzmán y Carla Jiménez Para: Animal Politico

En los últimos meses, a través de distintas redes sociales, circularon reportajes y videos del alarmante caso que se vive en el Desierto de Atacama, en Chile, y cómo la localidad se ha convertido en el ‘basurero de ropa del mundo’. En Sudamérica, este país es el mayor importador de ropa usada, captando el 90% de dichas mercancías en la región, y se calcula que alrededor de 30 mil toneladas de ropa que entran al año, van a parar a tiraderos clandestinos como el de Atacama.

Si bien estas problemáticas parecen muy ajenas a nuestro contexto, es una realidad que en México el problema de los residuos es uno de los mayores males que aquejan a las ciudades del país.

Durante los últimos 15 años, la generación de residuos sólidos urbanos registró un incremento del 35% a nivel nacional. De acuerdo a datos del último Informe de la Situación del Medio Ambiente en México de la SEMARNAT, las localidades con mayor volumen de generación anual son el Estado de México y la Ciudad de México con 6.9 y 3.8 millones de toneladas, respectivamente. Esto equivale a una generación promedio diaria de 1.4 kg por persona, suficiente basura para llenar por completo el Estadio Azteca cada tres meses.

En este sentido, el aumento de la población viene aparejado con un incremento en la generación de residuos, por lo cual es importante preguntarnos: ¿qué acciones deberán ejecutarse para la correcta gestión de los residuos sólidos urbanos bajo el escenario de desarrollo poblacional actual?

De acuerdo con el artículo 115 de la Constitución, los municipios son los entes encargados de la gestión de los residuos sólidos urbanos en el país. Desafortunadamente, su nivel de gobernanza enfrenta mayores deficiencias estructurales y presupuestales, por lo que requieren idear modelos de gestión que compensen sus debilidades y les permitan mejorar la prestación de este servicio público en sus localidades.

La situación actual a nivel nacional considera principalmente tres modelos de gestión, los cuales involucran esquemas de participación privada, mixta y de gestión pública. Dado que no existe una solución única, esta pluralidad de modelos permite a los gobiernos subnacionales adaptarse al esquema que mayormente les convenga, de acuerdo al marco legal e infraestructura local existente.

La mayoría de los gobiernos subnacionales se encuentran bajo un modelo de gestión operado por entes privados, tal es el caso del municipio de San Luis Potosí, que bajo este esquema ha concesionado la operación de todas las etapas que integran este servicio público. No obstante, en los últimos años ha enfrentado dificultades económicas y legales para dar continuidad a este modelo.

Por otro lado, la Zona Metropolitana de Veracruz, bajo un esquema mixto, dispone de los servicios de privados para la operación del sitio de disposición final, debido a que la administración pública local carece de capacidades operativas para la ejecución de esta etapa. Sin embargo, este modelo representa un reto presupuestal por los incrementos en las tarifas por la prestación del servicio, que ante una falta de presupuesto puede llegar a generar deudas al erario.

Son pocos los gobiernos que han optado por implementar un modelo de gestión pública. Un caso de éxito se desarrolla en la Zona Metropolitana de Oaxaca, que desde el 2018 creó el Organismo Operador Encargado de la Gestión y Manejo Integral de los Residuos Sólidos Urbanos y de Manejo Especial del Estado de Oaxaca, como un ente especializado para la prestación del servicio, que comprende desde la recolección hasta la disposición final de los residuos sólidos urbanos de la región.

Este modelo de gestión se considera como uno de los esquemas más sólidos en materia institucional y, en conjunto con un marco legal complementario a nivel estatal, se ha consolidado con un modelo ideal para el manejo y gestión de los residuos a nivel nacional.

Si bien no existen soluciones únicas para la gestión de este servicio público, es imprescindible aspirar al fortalecimiento del marco jurídico subnacional con el objetivo de proporcionar a los gobiernos los instrumentos necesarios que les permita gestionarlo en su totalidad.

La conformación de organismos operadores y la creación de vínculos interinstitucionales en los diferentes niveles de gobernanza pueden ser la ruta para mejorar la gestión de este servicio público y de esta manera, ejercer las facultades que constitucionalmente están asignadas a los municipios.

Hoy en el Día Mundial del Reciclaje, debemos crear conciencia sobre las dificultades que la gestión de los residuos sólidos urbanos representa. Hay que recordar que los residuos son una problemática regional, por lo tanto las soluciones deben visualizarse de la misma manera. La iniciativa política debe ser el pilar principal para alcanzar el objetivo de un modelo de gestión integral, que garantice el desarrollo sostenible del país en la materia a largo plazo.