Eficiencia energética y recuperación económica sustentable en México

jueves, 22 de octubre de 2020

Por: Ethos

El Día Mundial del Ahorro de la Energía invita a reflexionar sobre la sustentabilidad y la eficiencia energética, identificar los avances y las oportunidades que hay en México en esta materia y cuál es su rol en la recuperación económica local, una prioridad ante la pandemia de COVID-19. Es así que Ethos Laboratorio de Políticas Públicas organizó el webinario Eficiencia energética y recuperación económica sustentable en México.

El panel estuvo integrado por especialistas en el tema: Katia Bernal, de la Red Mujeres en Energías Renovables y Eficiencia Energética (REDMEREE); Raúl Ortega, Presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Eficiencia Energética (AMENEER; David Morillón, del Instituto de Ingeniería (IINGEN UNAM); Efraim Castellanos, Director de Energía de la Secretaría de Desarrollo Económico del Estado de Durango, y Marco Eliud Hernández, Subdirector de Gestión de Energía de Xalapa, Veracruz.

Sobre el porqué abordar la eficiencia energética, Raúl Ortega consideró que existen tres aspectos básicos: el económico, porque ahorrar energía permite reducir costos; el ambiental, ya que al reducir y eficientar el consumo de energía eléctrica se reduce la huella de carbono y, por ende, la contaminación; y la competitividad desde la perspectiva de la economía. “La eficiencia energética permite, desde un punto de vista de desarrollo y de aprovechamiento de los recursos, también el postergar ciertas inversiones que de otra manera tendrían que hacerse para poder soportar el crecimiento de la demanda eléctrica, que va ligado al crecimiento de la población, y esos recursos podrían destinarse a otras actividades, como salud, educación, comunicaciones y transportes, entre otras”, dijo. 

David Morillón, mientras tanto, destacó la importancia de integrar sectores como el privado, el académico y el gubernamental. En este sentido, compartió el caso de Hipoteca Verde, una propuesta que él encabezó y en la que se benefició al medio ambiente, con la mitigación de CO2 y ahorro de energía; a los empresarios, que vendieron los productos tecnológicos incluidos en el proyecto, como calentadores solares o electrodomésticos ahorradores; y sobre todo a los usuarios. “Todos queremos la eficiencia y todos ganamos, el punto es cómo nos integramos y hacemos nuestra tarea, si es el caso de gobierno, normatividad, apoyo al desarrollo tecnológico; si es la empresa, tecnologías eficientes”, abundó.

Respecto al rol que la mujer desempeña en el tema de eficiencia energética, Katia Bernal, quien también es cofundadora y CEO de Citrus, empresa sueco-mexicana especializada en el diseño e implementación de soluciones de eficiencia en procesos productivos y ahorro de energía a través de proyectos solares térmicos, explicó que como buena mercadóloga, lo ve en términos de mercado. “Si la mujer representa poco más del 50% de la población, pues representamos la mitad del consumo, la mitad de la capacidad productiva, la mitad de lo que podemos aportar en la industria, en conocimiento; en términos de mercado”. Señaló que en Citrus tienen sus políticas y en el sector privado, a las mujeres se les dan las mismas oportunidades y lo único que se califica es el talento, pues al final, las mujeres son la mitad del mercado, y nadie, ni en el ámbito privado, en lo académico o en el sector público, querría perder ese 50%

Por otro lado, en los estados, particularmente en Durango, Efraim Castellanos compartió que la Dirección de Energía que él encabeza, creada recientemente por la actual administración, están abordando el tema de la facturación de la energía eléctrica, ya que comprenderla permite generar ahorros. En este sentido, están visitando los sectores productivos más alejados de la zona serrana de Durango, que no tienen acceso a este tipo de información y donde está un núcleo forestal muy fuerte. “Son empresas ejidales, comunitarias, y desde ahí picamos piedra para hablar de maneras de facturación de la energía eléctrica, la metodología de facturación que no la conocían, no la tenían a detalle y ellos mismos detectaron cómo pudieran ahorrar energía y cómo va a impactar económicamente para ahorrar energía y tener mejor rentabilidad en la comunidad, como son comunidades ejidales, su ahorro es para la comunidad, no para una empresa”, explicó. 

En Xalapa, mientras tanto, Marco Eliud Hernández compartió que esta dirección, también de reciente creación, hizo un diagnóstico para detectar qué tipo de energía se consumía más a nivel ayuntamiento, y detectaron que en el alumbrado público se va gran parte del presupuesto: una facturación cercana a 70 millones de pesos. Entonces enfocaron su atención a buscar soluciones para este tema y a partir de 2018 comenzaron a sustituir las luminarias antiguas por nuevas de led, y ya están viendo resultados, pues han invertido alrededor de 55 millones de pesos, que les permiten un ahorro de 15 millones, pero además de eso, se mitigarán al año casi 12 mil toneladas de CO2, sin dejar de lado el impacto social. “ Nos ha pasado que en parques que estaban muy oscuros, cambiamos la iluminación por luz cálida, sigue siendo amarilla, pero ya es led, y cuando antes la gente dejaba de ir al parque a las 7 u 8 de la noche, ahora vemos gente caminando con sus perros a las 11. Eso permite que en este contexto de la pandemia también las personas puedan salir a estas áreas a caminar, pasear, hacer ejercicio, y sentirse seguros”, precisó.

La eficiencia energética en el contexto de la pandemia por COVID-19 y el rol del género

Raúl Ortega consideró que el aumento en el consumo de energía en casa fue muy significativo a partir de la pandemia. Esto nos hizo más conscientes del consumo de energía eléctrica, porque además esto impacta directamente en los bolsillos. Hubo empresas que se vieron incluso más productivas, derivado de esta situación, como la farmacéutica, la de alimentos y productos de limpieza, que requieren de mayor eficiencia energética y tienen que seguir atendiendo y resolviendo estos problemas para seguir siendo competitivos. “Creo que la pandemia va a tener un rebote importante en las exigencias de la energía, porque sobre todo el estrato de la población que es más sensible y que tiene el nivel de ingresos más bajo es aquella población que hoy por hoy requiere de más atención en este sentido de energía, específicamente”, indicó. 

David Morrillón refirió que en el sector académico, derivado de la pandemia se vio mermado el recurso dedicado a la investigación, igual que casi en todos los sectores. “Lo preocupante es que esos apoyos mermen también la parte de la eficiencia energética, las energías alternas, la transición energética, puesto que el país lo necesita desde varios puntos de vista”. Esto, dijo, ha obligado a los investigadores a buscar redes y alianzas con otros países, porque hay algunos en los que, en lugar de reducir los recursos, aumentaron como en España y Chile, con quienes está desarrollando proyectos para trabajar temas de interés, como los edificios ante la pandemia, no solo desde el punto de vista energético y económico que implican, sino también cómo debe ser su arquitectura. 

En lo que respecta a la inclusión, Efraim Castellanos mencionó que, si bien no se contempla la unión de la equidad de género con la parte energética, esto “supone un doble reto, pero no significa que es imposible de hacer. Aquí lo que hemos estado trabajando en la Dirección de Energía, de hecho, es un tema que quedó parado por la pandemia, queríamos impulsar que se haga un capítulo de la REDMEREE en Durango porque hay muchas profesionistas que están en el tema energético y necesitan unificar criterios y tener más participación en los diferentes bloques sociales. El tema es llevarlo en el radar, para que sepan también ellas que existe esta iniciativa, que es necesario que se incluya la participación y la equidad de género” detalló 

Sobre este mismo tema, Marco Eliud Hernández dijo que en Xalapa se ha impulsado desde siempre la equidad de género, prueba de ello es que dos de las jefaturas que tienen en Gestión de energía, una de ellas es liderada por una ingeniera, encargada de todos los proyectos de eficiencia energética de la ciudad. “Ella se encarga, con su equipo de trabajo, de liderar estos proyectos de ahorro de energía, buscar los espacios”, puntualizó. 

Y Katia Bernal concluyó que “para las empresas que pasamos por esta transición económica causada por la pandemia, la primera línea de batalla es la eficiencia energética, primero porque además de poder ahorrar, además de cambiar focos, además de cambiar, sustituir tecnologías, nos da la oportunidad de aprender una nueva cultura de eficiencia desde el nivel individual, de cómo hacemos nuestro trabajo eficientemente, cómo podemos hacer lo mismo con menos energía o menos recursos o más”, dijo. Y explicó que para la política pública, hay que voltear a mirar a la industria, cuáles son los retos que tiene, cuáles son sus objetivos de sustentabilidad y de producción, mientras que respecto a las mujeres se debe dejar de pensar si se les va a incluir. “Creo que eso no es tema de discusión, simplemente hay que abrir los programas y quien sea más competitivo, participe y genere valor en el mercado y en las industrias” afirmó.