Descarbonización de la economía: ¿cómo la reactivación sostenible ayuda a combatir el cambio climático?

Fecha de publicación: sábado, 28 de enero de 2023

Por: Sebastián Guzmán y Carla Jiménez Para: Animal Político

El cambio climático es la emergencia ambiental con mayor relevancia en la actualidad. Un punto de inflexión para hacerle frente se presentó a partir de la crisis de COVID-19, cuya desaceleración de la economía global marcaba una pauta para establecer un nuevo rumbo de reactivación más sostenible.

Ante esta ventana de oportunidad, hay que tener presente que la crisis sanitaria demostró que las ciudades y sus habitantes son altamente vulnerables, y los potenciales efectos de la crisis climática que se avecina no serán la excepción.

En los últimos años, diversas tendencias globales como la acelerada urbanización han comenzado a agravar esta problemática. La dinámica de aumento poblacional es la principal fuerza conductora del cambio climático, pues constituye una presión por explotar más recursos, consumir más agua, utilizar más energía, generar más residuos y por consecuencia, contaminar más.

Hay que recordar que a finales de 2022 el mundo alcanzó los 8,000 millones de habitantes; este ritmo de crecimiento poblacional pone en riesgo a las ciudades y proyecta un futuro rodeado de problemáticas multisectoriales derivadas de su incapacidad para atender las necesidades de su población.

Un ejemplo reciente son Estados Unidos y Brasil, que disminuyeron la generación hidroeléctrica debido a los fenómenos intensificados de sequías en sus regiones, viéndose obligados a compensar su demanda de energía por medio de combustibles fósiles como el carbón, responsable de más del 40% del incremento de las emisiones globales de CO2 en 2021.

Un caso particular es China, el único país que sostuvo un crecimiento económico durante la pandemia, pero que a su vez ha liderado el repunte de las emisiones mundiales de CO2 durante el periodo de recuperación post pandemia. Para darse una idea, tan solo en 2021, su volumen de generación de emisiones representó el 33% del total generado a nivel global.

En el caso de México, la generación de emisiones de CO2 previo a la crisis sanitaria alcanzó los 423 millones de toneladas de dióxido de carbono (MtCO2) cifra que se redujo en un 17% para 2020. Sin embargo, durante 2021, cuando el periodo de recuperación comenzó, el país siguió la inercia mundial incrementando su generación de emisiones en un 16 por ciento.

Para ese mismo año, ciudades como Guadalajara y Tijuana se posicionaron como las localidades con mayor índice de contaminación ambiental del país, con una concentración promedio de 28.4 y 25.4 μg/m³ de partículas PM2.5, casi tres veces más que el valor establecido por la Organización Mundial de la Salud. Asimismo, sus índices de población ubican estas dos ciudades dentro de las 10 más habitadas de nuestro país.

Este panorama nos permite visualizar que satisfacer la demanda de recursos de las ciudades y sus habitantes compromete a los países a establecer metas concretas de descarbonización. La ausencia de una transformación real, es decir, una reactivación económica no sustentable, a corto plazo nos perjudica socialmente más de lo que nos beneficia.

Para empezar, compartimos un conjunto de recomendaciones que proponen un cambio significativo dentro de los sectores con mayor impacto económico y social:

  • Disminuir las subvenciones a los combustibles fósiles de manera gradual y socialmente aceptable.
  • Eliminar los obstáculos jurídicos y políticos que dificultan la expansión de las energías renovables.
  • Fomentar la economía circular y apoyar los procesos industriales que busquen la reducción de emisiones.
  • Planificar la creación de infraestructuras y políticas de apoyo para promover mecanismos de movilidad sostenibles.
  • Implementar planes de construcción de edificaciones cero emisiones a nivel subnacional.

Estas acciones son pasos en el camino hacia la sostenibilidad, y hoy que conmemoramos el Día Mundial por la Reducción de Emisiones de CO2 es oportuno hacer un llamado a los tomadores de decisiones y a aquellos actores involucrados en el desarrollo de políticas públicas para promoverlas.