Economía digital, del trueque a la web

viernes, 17 de febrero de 2023

Por: Arturo Franco Para: Animal Político

El comercio es una actividad que refleja la evolución de la humanidad. A través del tiempo, se ha adaptado a los constantes cambios en los patrones de consumo de las personas. Si bien es cierto que ha pasado por distintas etapas en donde los canales de comercialización han evolucionado -desde el trueque hasta la era digital- la realidad es que esta actividad sigue manteniendo la misma esencia: crear espacios para intercambiar bienes y servicios entre las personas.

La facilidad con la que se pueden llevar a cabo las transacciones en la actualidad ha generado grandes beneficios para los vendedores, consumidores y la economía en general. Esto puede verse reflejado en la mayor oferta de productos, precios competitivos, seguridad en las transacciones, pero sobre todo, en el efecto directo que genera sobre distintos indicadores macroeconómicos que contribuyen al crecimiento de la economía.

Uno de estos indicadores es la participación del comercio electrónico en el Producto Interno Bruto. En el caso de México, la estadística muestra un claro crecimiento desde 2013, cuando pasó de 3 % a 5.8 % en 2021. La pandemia jugó un papel importante en este proceso, pues a partir de 2020 el crecimiento prácticamente se duplicó respecto a 2013. Las medidas de confinamiento estimularon el uso de herramientas tecnológicas para continuar realizando compras y esto permitió, a su vez, evitar una parálisis total del consumo.

La evidencia muestra que el comercio al por menor, en donde se incluye la compra-venta de bienes para el uso personal o para el hogar, fue el sector más dinámico, pues de él provienen 4 de cada 10 pesos obtenidos a través del comercio digital. La explicación detrás de esto se encuentra en la sencillez y celeridad para realizar transacciones en línea a través de dispositivos móviles con acceso a internet como los smartphones.

Existe una relación directa entre el aumento de usuarios de internet y el crecimiento del comercio electrónico, por ello, es fundamental la inclusión digital. En este punto hay que resaltar el papel de las personas de 55 años en adelante, pues aunque es el grupo de la población que representa el menor porcentaje de usuarios de internet, su crecimiento casi se ha duplicado en tan solo cinco años. Del total de la población de 55 años y más, 2 de cada 10 eran internautas en 2017, mientras que en 2021, aumentaron a 4 de cada 10.

Podría pensarse que la era digital está hecha para las nuevas generaciones, pero la realidad demuestra lo contrario. El escenario futuro también está siendo delineado por la participación de muchos adultos mayores que buscan los beneficios de la revolución tecnológica, demostrando que su aportación al crecimiento de la economía digital es igual de importante que la de cualquier otro internauta en el país.

Sin embargo, los adultos mayores también se enfrentarán a retos importantes, particularmente en cuestión de seguridad. Por esta razón, resulta fundamental que las campañas de información para prevenir este tipo de situaciones sean permanentes. La inclusión es valiosa cuando se protegen a los usuarios, especialmente los más vulnerables.

Todas y todos delineamos el futuro de la economía digital, contribuimos a su fortalecimiento y promovemos su uso, por ello es importante que la certidumbre prevalezca en las transacciones electrónicas. Esto permitirá generar incentivos para continuar con la expansión del comercio electrónico en nuestro país.