Gasto ineludible consume 77% del presupuesto en 2024 y limita inversión social
Fecha de publicación: miércoles, 18 de junio de 2025
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el crecimiento económico durante 2024 fue moderado, con 1.5 por ciento, impulsado por el consumo interno y un mercado laboral más dinámico, aunque limitado por fenómenos climáticos como sequías.
Durante el año pasado, la economía mexicana se desenvolvió en un entorno internacional con señales mixtas, pues a nivel global las políticas monetarias comenzaron a relajarse tras un periodo de altos niveles de inflación, a pesar de que esta continuó muy elevada en varias partes del mundo, impulsada por los precios del sector de servicios.
La inflación anual cerró en 2.4 por ciento, una cifra por encima de lo proyectado por el Banco de México, aunque con una trayectoria descendente.
Mientras que a nivel financiero, el entorno fue relativamente estable, pues bajaron las tasas de interés, el déficit en cuenta corriente fue manejable y el tipo de cambio mostró solidez; no obstante, la producción petrolera cerró por debajo de lo previsto, lo que representó retos en materia energética hacia el final del sexenio pasado.
Ante todos estos datos, la organización Ethos Innovación en Políticas Públicas analizó los resultados en materia recaudatoria, el nivel de deuda pública y el ejercicio de gasto durante el año a la vez que lo contrastó con lo aprobado en la Ley de Ingresos de la Federación y los Criterios Generales de Política Económica y el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF).
Crecen ingresos del Gobierno en 2024, pero solo 1.5% del PIB quedó para gasto social
El año pasado, los ingresos presupuestarios fueron de 7.5 billones de pesos, una cifra superior a la aprobada para el año y aún mayor a la observada en 2023.
La recaudación total de ingresos presupuestarios se ubicó 2.2 por ciento por encima de lo aprobado en la Ley de Ingresos de la Federación, equivalente a 163 mil 933.7 millones de pesos adicionales. En tanto, esta recaudación se incrementó 1.4 por ciento respecto al año anterior en términos reales, debido al aumento de los ingresos tributarios (de 4.5 por ciento) y de los **organismos y empresas del Estado (**5.9 por ciento).
Por otra parte, los gastos ineludibles son aquellos que el Gobierno se encuentra obligado a hacer por ley, los cuales están comprendidos en cuatro grandes rubros: aportaciones y participaciones a estados y municipios; servicio de la deuda pública; pensiones, y transferencias a empresas públicas del Estado (Pemex y CFE), así como a entidades de control directo (IMSS e ISSSTE).
El PEF es la principal herramienta del Gobierno federal para asignar recursos públicos y atender sus prioridades. Sin embargo, cada año una parte considerable del presupuesto ya está comprometida para cubrir obligacionesque no necesariamente se traducen en bienes o servicios directos para la población.
En 2024, los ingresos presupuestarios representaron el 22.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Esto significa que una vez que se cubrieron los gastos ineludibles de la nación, solo quedó disponible el equivalente al 1.5 por ciento del PIB para el gasto en sectores clave para el desarrollo social y económico tales como salud, educación, cuidados, medio ambiente e Infraestructura, previo a tener que adquirir más deuda.
Gasto ineludible en México alcanzará 20.5% del PIB en 2025: menos margen para políticas públicas
Debido a esta situación, la Federación sufre fuertes presiones fiscales. Para 2025 se estima que los gastos ineludibles serán equivalentes a 20.5 por ciento del PIB y que concentrarán el 79.8 ciento del PEF.
De acuerdo con el análisis de Ethos, el aumento de los gastos ineludibles en los últimos años ha sido sostenido.
Entre 2015 y 2024, este tipo de egreso creció 30.1 por ciento, en términos reales. En 2024, los gastos ineludibles ascendieron a 6.9 billones de pesos, equivalente al 77.1 por ciento del gasto total y al 20.6 por ciento del PIB, mientras que en 2015 representaban el 71.6 por ciento del gasto y el 17.5 por ciento del PIB.
Estos datos demuestran que el Gobierno cuenta con cada vez con menos margen para crear políticas públicas y atender demandas sociales y económicas de la población.
Uno de los gastos que más ha crecido es el servicio de la deuda pública, que incluye los pagos de intereses y amortizaciones del Gobierno federal y de sus empresas, como Pemex y CFE.
De 2015 a 2024, este gasto aumentó 114 por ciento en términos reales, pasando de representar el 1.8 al 3.6 por ciento del PIB, lo que no solo refleja un mayor nivel de endeudamiento, sino también un mayor costo de financiar la deuda.
Otro de los rubros que ha mostrado incrementos significativos es el de pensiones que aumentó 92.2 por ciento en términos reales y pasó de representar 3.3 por ciento del PIB en 2015 a 5.7 por ciento en 2024. Esta adición se debe en gran parte a las pensiones no contributivas, que han crecido 641.5 por ciento en dicho periodo, debido al aumento creciente de la pensión para adultos mayores y a la implementación, en 2019, del programa de Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad Permanente.
Por otra parte, el gasto en participaciones y aportaciones a entidades federativas, creció 13.4 por ciento en términos reales, convirtiéndose así en el rubro que más recursos concentró entre los ineludibles, al significar 6.6 por ciento del PIB.
Finalmente, el gasto para empresas públicas del Estado y entidades de control directo, descontando deuda y pensiones, se redujo 10.4 por ciento en términos reales y representó 4.8 por ciento del PIB, debido a un menor gasto en Pemex.
Ante ello, organizaciones y otros sectores de la sociedad urgen a replantear la estructura del gasto público, además de incrementar los ingresos de la nación mediante una reforma fiscal progresiva, que permita recaudar más y así financiar un gasto más justo, equitativo y enfocado en el desarrollo.