Columnas de opinión
Para evitar el deterioro de los sistemas y valores democráticos, existen los contrapesos. Algunos tienen cierto grado de dependencia del Ejecutivo y otros son completamente ajenos a él. Con el paso del tiempo, estos actores se han convertido en elementos imprescindibles en las democracias modernas.
En momentos electorales como los que se aproximan, preocupan las implicaciones de la IA para la salud de las democracias: puede convertirse en una herramienta para el engaño y la manipulación, para influir en las preferencias de los votantes, alimentar la desinformación, afectar la libertad de expresión y magnificar el desprestigio de nuestras ya de por sí vapuleadas instituciones electorales.
En este texto, Javier González y Flavia Poy Barrio —miembros de Ethos Innovación en Políticas Públicas— analizan algunos factores que apuntan a un proceso de des-democratización y debilitamiento de las instituciones públicas en México.
Desde hace varios años, algunos estudios han señalado que la sociedad mexicana es gran productora y consumidora de noticias falsas o engañosas (fake news). Pero, ¿por qué este tema debería importarnos?
Aunque la polarización en México ha alcanzado niveles preocupantes, aún es posible reconstruir la confianza en la democracia con espacios de diálogo que reivindiquen nuestro derecho a disentir.
Uno de los problemas que más preocupa es la estabilidad del régimen democrático, ya que durante los últimos años los focos rojos se han encendido.
Cuando la desinformación surge de actores políticos (...) se violentan los derechos políticos de las personas y se erosionan los fundamentos mismos de la democracia.
Too Often Disagreement Means Enmity. But Bridging Extremes Is the Best Bet for Our Future