¿Las conferencias mañaneras son un ejercicio de transparencia o el manejo político de la desinformación?

Las conferencias mañaneras son la fuente más importante de información oficial del actual gobierno y sin duda, han coadyuvado a mantener la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador. Desde estos espacios, que surgieron como un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas, se dicta la agenda pública y la ciudadanía se mantiene informada.

Sin embargo, es preocupante que en repetidas ocasiones, se ha usado para difundir información falsa o con contenido engañoso con fines políticos, consideró Dalia Toledo, directora de Finanzas Públicas y Anticorrupción de Ethos, al participar en el debate «Las mañaneras son positivas para la democracia», que organizamos con En Esta Esquina.

Se han realizado varios ejercicios de verificación de datos, por ejemplo de SPIN, Taller de Comunicación Política, Verificado MX, y Artículo 19, quienes coinciden en que “buena parte de lo que se dice en las mañaneras tiene contenido falso o puede ser engañoso. Ese es el problema, de qué se dice. Esto es posible por la política de «tenemos otros datos”, indicó.

En ese sentido, de acuerdo con un análisis de SPIN Taller de Comunicación Política, entre diciembre de 2018 y noviembre de 2020, el presidente emitió 40,502 declaraciones falsas o engañosas, es decir, en promedio, cada día  hizo 79 aseveraciones de este tipo, casi el doble de las afirmaciones inventadas que realizó el expresidente estadounidense Donald Trump durante todo su mandato. 

Por otro lado, Dalia Toledo mencionó que en una democracia se debería privilegiar la pluralidad de ideas y el debate entre posiciones diferentes; sin embargo, cuando en las mañaneras un medio de comunicación o algún periodista hace cuestionamientos con un dato o alguna afirmación que va en contra de las políticas del presidente, es estigmatizado o señalado. Eso, dijo, es antidemocrático, y es un foco rojo.

Y un punto más que dejó sobre la mesa es el hecho de quién emite la información falsa o engañosa: el Presidente de México. Él representa una investidura presidencial. No es la misma atribución o responsabilidad la que él tiene que la de un ciudadano común, y eso, además, lo han dicho organismos internacionales, como la Organización de Estados Americanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Adicionalmente, señaló que a pesar de que el propio INE ha interpuesto más de 6 medidas cautelares, ratificadas por el Tribunal Electoral para evitar que el presidente haga propaganda política a través de las mañaneras, lo sigue haciendo.

La información veraz, ya sea que venga del presidente, desde los medios, tendría que ser un insumo del debate público, de la deliberación de ideas y de la democracia, explicó. El Presidente, como servidor público, tiene una enorme responsabilidad: verificar la información que dice, porque su mensaje llega a millones de mexicanos.

En este debate también participaron Ivonne Cisneros, diputada federal por Morena; Renata Turrent, analista política y actual subdirectora de la revista Sentido Común; y Juan Jesús Garza Onofre, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Moderó Ricardo López Cordero, de En Esta Esquina, una asociación civil que organiza este tipo de ejercicios como una forma de contribuir a contrarrestar la polarización y construir ciudadanía.