Primero la política, el pago de la deuda vendrá después

jueves, 18 de septiembre de 2025

Por: Liliana Alvarado Para: El Economista

El Paquete Económico para 2026 contiene diversos elementos que marcarán el rumbo del segundo año de la administración de la presidenta Sheinbaum, por lo que vale la pena analizarlo con detenimiento. Los Criterios Generales de Política Económica (CGPE) es uno de los documentos que forma parte del Paquete y en el que se presentan estimaciones sobre algunos de los principales indicadores macroeconómicos del país. Es a través de este documento que conocemos las proyecciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) sobre el crecimiento económico, la deuda pública, el precio del petróleo, la tasa de interés, el tipo de cambio, entre muchas otras variables.

La estimación del crecimiento económico suele acaparar los reflectores debido al impacto de esta variable sobre otras como el ingreso per cápita, el consumo interno, la recaudación de impuestos y la creación de empleo. Los CGPE 2025 estimaban un crecimiento de entre 2% y 3% para 2025. En abril pasado, los Pre-Criterios Generales de Política Económica (PGPE) 2026, ajustaron a la baja esta estimación. Con la presentación de los CGPE 2026, ya se suman tres recortes al crecimiento económico esperado, pues ahora la SHCP estima que en 2025 la economía crecerá entre 0.5% a 1.5%. Sin embargo, a pesar de estos ajustes, la cifra se mantiene por arriba de las estimaciones de instancias como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de 0.4%, Citibanamex (0.4%) o el Fondo Monetario Internacional (0.2%).

Otra de las variables que es fundamental analizar es la deuda, tanto los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), como el saldo histórico de los RFSP. En el Paquete Económico del año pasado se plantearon RFSP para 2025 de 3.9% del PIB, de 3.2% para 2026 y de 2.9% a partir del 2027 y hasta el 2030. Los CGPE recién presentados nos dejan ver que no se cumplirá con el endeudamiento aprobado para este año, ni tampoco con la intención de respetar los niveles planteados para los años subsecuentes. La estimación de endeudamiento del 2025 se ha modificado a 4.3% del PIB, mientras que la de 2026 a 4.1% (una diferencia de 0.9 puntos porcentuales con el planteamiento inicial). El efecto de la situación anterior se refleja en un saldo histórico de los RFSP mayor al estimado originalmente para 2025 (51.4%), ubicándose en un 52.3%, con lo que alcanzaremos un nuevo máximo histórico que se mantendría hasta el 2031.

Por otro lado, el gasto previsto para inversión en 2026 es de 1.25 billones de pesos, que representa un aumento real de 20.1 por ciento. El 76.7% de dicho gasto se dirige a inversión física, cuyos recursos incrementaron 10%, en términos reales. Para 2026 se estima que los proyectos prioritarios de inversión concentren un gasto de 536 mil 806 mdp. La lectura de los datos anteriores parecería ser alentadora, pues la inversión es un factor que impulsa el crecimiento de la economía. A ello se sumaría el supuesto interés del gobierno por promover el nearshoring, cuyo éxito depende en gran medida de la inversión en puertos, aeropuertos, carreteras, infraestructura energética, los cuales resultan necesarios para atraer a los inversionistas.

Sin embargo, el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) para 2026 nos deja ver que para el gobierno, las inversiones prioritarias en el año serán las de Pemex y los trenes de pasajeros. En 2026, el Tren Maya continuará concentrando el mayor presupuesto entre los más de nueve proyectos ferroviarios que se estarán financiando, algunos pertenecientes a esta administración y otros herencia de gobiernos pasados.

Otro de los rubros que destacan es el gasto propuesto para los programas sociales, el cual es 14.1% mayor al aprobado para 2025, en términos reales. El presupuesto para dichos programas es de 987 mil 160 mdp, equivalente a 2.5% del PIB y 9.7% del presupuesto total. Dentro de los programas prioritarios destaca el incremento real anual de la Pensión para el Bienestar de las Mujeres Adultas Mayores (267%), del programa Salud Casa por Casa (93.3%) y de la Beca Rita Cetina (58.6%), programas implementados por primera vez por la presidenta Sheinbaum durante el 2025.


El incumplimiento de las metas de deuda, sumado al marcado incremento de recursos para los programas sociales, evidencia con claridad cuáles son las prioridades del gobierno. Es bien sabido que la recaudación en México se mantiene por debajo del promedio internacional y que, con el paso de los años, los ahorros y las reservas se han ido agotando. Para evitar el incumplimiento de las metas de deuda y, a la par, seguir financiando la base política del partido en turno a través de los programas sociales, se requieren recursos adicionales que probablemente van más allá de lo que pueda recaudarse mediante el aumento del IEPS (tabaco, bebidas energizantes, refrescos, entre otros) y de mayores tasas arancelarias. Adicionalmente, es necesario replantear nuestro gasto para atender adecuadamente las necesidades actuales de la población en materia de salud, educación, seguridad, entre otros ámbitos, por encima del deseo que tiene el gobierno de mantenerse en el poder.