El rol de los Think Tanks en el desarrollo de México
jueves, 5 de febrero de 2015
Por: José Luis Chicoma, Sofía Alessio Para: Medium
En los últimos días fue publicado el **índice “The Global Go To Think Tank Index” (**GGTTTI), un ranking equivalente a los premios Óscar en el mundo de los think tanks. Así como cualquier otra premiación ésta también genera controversia y, a pesar de no tener alfombra roja, atrae mucha atención. Es por esto que los ojos de muchos think tanks en todo el mundo han estado puestos en la presentación de este Índice de la Universidad de Pensilvania.
Este reporte es realizado desde hace 8 años sobre la base de una encuesta internacional hecha a casi dos mil académicos, expertos, responsables de política pública y periodistas que ayudan a clasificar más de 6,500 think tanks usando criterios desarrollados por el *Think Tanks and Civil Societies Program (*TTCSP) de dicha universidad. Aunque la parte más llamativa son los rankings, el documento analiza las tendencias globales emergentes de think tanks y ayuda a entender su papel en las decisiones que toma la sociedad civil y la clase política.
El Economist describe a los “buenos Think Tanks” como aquellas organizaciones que son capaces de combinar profundidad intelectual, influencia política, talento para la publicidad y un poco de excentricidad.” Y aunque no estamos de acuerdo con que somos instituciones excéntricas, sí con el resto: los think tanks actúan como puentes entre la comunidad académica y de formulación de políticas, y entre los estados y la sociedad civil, con el propósito de servir al interés público como una voz que traduce la investigación en propuestas accesibles e implementables para los tomadores de decisiones y el público.
En México existe un gran desconocimiento sobre qué son y a qué se dedican los think tanks. Esto puede deberse al poco tiempo de vida que tienen en México dichas instituciones, (CIDAC se constituyó en 1984, FUNDAR en 1999, COMEXI en el 2002, e INSYDE en el 2003, por mencionar algunos), y a que ni el sector público, o privado, ni la academia les han dado el espacio y la importancia que merecen. Es decir, no existe una socialización del conocimiento relativo a los think tanks y a su incidencia en la generación de información y creación de políticas públicas en México.
Esto tal vez se traduce en un número relativo bajo de think tanks. De acuerdo al Índice, en Norteamérica hay 1,989 think tanks de los cuales 1,830 están en Estados Unidos, 99 en Canadá y 60 en México. Esto posiciona al país en el lugar dieciséis de los veinticinco países rankeados por número de think tanks.
Como en años pasados, **los primeros diez think tanks del Índice se encuentran en países desarrollados (**Estados Unidos, Reino Unido, Bélgica y Suecia), al igual que el mayor porcentaje de think tanks está concentrado al norte del ecuador, donde la mayoría de los países gozan de un mayor desarrollo económico. Brookings Institution, una de las más influyentes instituciones americanas, es el top del 2014, seguido por Chatham House del Reino Unido, Carnegie Endowment for International Peace y el Center for Strategic and International Studies, ambos de EE.UU., y Bruegel de Bélgica. Y en el ranking de Centro y Sudámerica, están ubicados en posiciones importantes la Fundación Getulio Vargas de Brasil, CIPPEC y CARI de Argentina y el Centro de Estudios Públicos de Chile, entre otros.
Entre los top de México, hay instituciones muy diversas, con objetivos y alcances distintos, como COMEXI que lidera el ranking, que se dedica a relaciones internacionales, y FUNDAR, en segunda posición con temas de transparencia, derechos humanos y otros. También están los más académicos como el CIDE, COLMEX y el Colegio de la Frontera Norte, y los más cercanos a la propuesta como CIDAC, INSYDE e IMCO.
Entre los mexicanos que figuran en las categorías mundiales con logros especiales, se encuentra Borde Político entre los “Nuevos Think Tanks”; CIDAC, Ethos, Instituto Mora, FUNDAR y el Centro de Estudios Espinoza Yglesias en los “Think Tanks to Watch”; FUNDAR en “Think Tank con ideas/propuestas más innovadoras en políticas públicas”; CIDAC y FUNDAR en la categoría de “Think Tank con el impacto más significativo en políticas públicas”; COMEXI, Ethos e IMCO en “Mejor Campaña de Promoción”; Ethos y FUNDAR en “Mejor Uso de Redes Sociales”, y Ethos en “Mejor Uso de Internet”.
Fuera de su popularidad y, a pesar de la subjetividad, presente en todos los rankings principalmente basados en opiniones personales, el índice supone una herramienta útil para todo aquel que quiera saber quien es quien en el mundo de los think tanks y desee saber hacia dónde mirar en el futuro para referencias e información en cada país y región.
Para platicar sobre el rol de los think tanks y presentar el Índice en México, organizamos un debate entre *think tanks (*con Claudia Calvin de COMEXI y José Luis Chicoma de Ethos), un *think and do tank (*Simone Haf de FUNDAR), una organización de iniciativa ciudadana (David Calderón de Mexicanos Primero), la perspectiva de los Medios (Samuel García de Arena Pública) y la del gobierno (David Gómez Álvarez, Subsecretario de Planeación de Jalisco).
De las discusión salieron grandes retos para los think tanks. Como mencionó, Simone Haf, estas instituciones deben aumentar el costo para los gobiernos de no escuchar las recomendaciones de la sociedad civil, Claudia Calvin también enfatizó que deben llevar sus ideas dónde sea necesario dentro del sistema político para tener incidencia. Y en el mismo tenor, David Calderón resaltó que los think tanks deberían criticar con fundamentos, recomendar opciones viables y lograr iniciar conversaciones importantes para el país, más que concluirlas.
Por otro lado, José Luis Chicoma acentuó las características de los primeros think tanks del siglo XX (versión 1.0) y los **desafíos de evolucionar a un think tank del siglo XXI (**versión 5.0) con más incidencia, uso de tecnología y más relación con lo local. Samuel García resaltó que, tal como se le pide más transparencia a los medios, los think tanks deben ser más transparentes en sus fuentes de financiamiento, para que la sociedad sepa qué tan independiente es la información que generan.
Finalmente, David Gómez-Álvarez de Jalisco, nos recordó a todos que lamentablemente, casi todos los think tanks que existen en México están en el D.F., por lo que uno de los grandes retos para la sociedad civil es tener más impacto en todo el país.
Como vemos, nos falta mucho por hacer. Tenemos que constituirnos en una pieza fundamental de un buen gobierno, tanto a nivel federal, como estatal y local. En un país como México con tantos retos por delante y problemas tan grandes, nuestra labor se vuelve fundamental para apoyar al gobierno, organizaciones de la sociedad civil, medios y sector privado a encontrar soluciones.