ANTICORRUPCIÓN

Columnas de opinión

  • Complicado se ha vuelto la tarea de elegir un lugar para visitar en el país, en el que además de atracciones turísticas, haya condiciones aceptables de seguridad.

  • Un grueso de la población desafortunadamente seguirá sin denunciar los actos de corrupción por considerar que “no sirve para nada”. Tristemente, las instituciones confirman la percepción de la gente, pues solo el 0.19 % de las denuncias presentadas a nivel nacional logran obtener una sentencia condenatoria.

  • La iniciativa de desaparecer la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción, además de riesgosa y regresiva, refleja una clara intención de centralizar el poder.

  • Sabemos que la corrupción afecta más a las mujeres que a los hombres; sin embargo, la falta de datos más específicos impiden elaborar políticas anticorrupción con enfoque de género.

  • La economía del comportamiento brinda aproximaciones y nos ayuda a entender cuáles son los elementos que las personas toman en cuenta cuando deciden ser parte (o no) de un acto de corrupción. Y de manera más amplia, se puede generar evidencia sobre preceptos del comportamiento que funcionen como insumo para políticas públicas.

  • Un dato para dimensionar la importancia que los gobiernos estatales dan al combate a la corrupción es el presupuesto que asignan a las Secretarías Ejecutivas de los Sistemas Locales Anticorrupción.

  • Por más que algunos medios de comunicación, políticos, organizaciones civiles y académicos demanden la anulación de su título universitario, mientras no se esclarezcan los hechos y se dicte una sentencia definitiva, este no se le puede retirar.

  • Tristemente en el andar de los gobernantes, poco importa la forma en la que se atienden los problemas y los resultados que se obtienen, opina Liliana Alvarado. La prioridad radica en acariciar los propios egos y, cuando se estima necesario, también los ajenos.