Los sistemas anticorrupción nacional y estatales deben mejorarse, no desaparecer

jueves, 7 de diciembre de 2023

Por: Ethos

Para hacer un balance del funcionamiento del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), es importante tener en cuenta que este no es una sola institución, ni es un órgano de prevención. Tampoco es una fiscalía que investiga delitos de corrupción ni un tribunal que sanciona. 

El SNA y los sistemas estatales buscan coordinar a todas las instituciones, tanto federales como locales, que previenen, detectan, investigan y sancionan la corrupción, como el Comité de Participación Ciudadana, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información  y Protección de Datos Personales, la Auditoría Superior de la Federación, la Secretaría de la Función Pública, las fiscalías anticorrupción, los órganos internos de control, los jueces penales, entre otras.

Así lo indicó Emiliano Montes de Oca, coordinador anticorrupción en los estados de Ethos, en la sesión la sesión individual “Balance del funcionamiento de los sistemas estatales anticorrupción”, del V Intercambio Virtual de Periodismo sobre cómo funcionan los sistemas estatales anticorrupción en la frontera norte, organizado por Border Center.

Y reconoció que si bien el SNA tiene áreas de mejora, el problema no está en el modelo, ni en el diseño normativo, sino principalmente en la falta de voluntad política para echarlo a andar. “La única manera de hacer que funcione es que la ciudadanía (comités de participación ciudadana, organizaciones de la sociedad civil, periodistas, académicos, sector privado, sociedad civil en general) tengan verdaderamente un papel preponderante en el sistema”, expresó.

En este sentido, hizo hincapié en que desaparecer el sistema no es la solución, como se ha propuesto desde la Presidencia de la República y como se ha intentado desde diversos sistemas estatales (el caso más reciente, pero no el único, es el del Estado de México). Además de que esto no se puede hacer tan fácil, porque es un sistema regulado a nivel constitucional.

“Lo único que haríamos sería tirar 8 años a la basura para apostar por nada, porque actualmente no existe una sola propuesta para sustituir al SNA. Desde el ejecutivo federal no existe una propuesta real y tangible para combatir la corrupción, más allá del discurso de acabar con el sistema neoliberal e impulsar la austeridad republicana, sin explicar cómo esto podría acabar con la corrupción”, detalló.

El investigador anticorrupción consideró que se pueden debatir las mejoras al sistema, pues siempre existe la posibilidad de mejorar, pero sería un error apostar por su desmantelamiento. Por el contrario, es mejor asegurar perfiles idóneos en los CPC y en las cabezas de las instituciones, profesionalizándolos, junto al personal operativo que detecta, investiga y sanciona la corrupción. Y en esa misma dirección, es fundamental dotar de presupuesto al sistema y a sus instituciones. 

“Pero también, es nuestro deber como sociedad civil organizarnos, conocer a quienes integran nuestros CPC y acercarnos a ellos para trabajar de manera conjunta las propuestas y acciones ciudadanas; exigir que se abran espacio de participación y que las acciones que se trabajen en la redes o espacios de discusión, verdaderamente se materialicen en acciones de política pública”, concluyó.