EL IMPUESTO PREDIAL: UNA OPORTUNIDAD QUE SE DEBE APROVECHAR

viernes, 12 de febrero de 2021

Por: Ethos

Ante la situación económica actual, urge reavivar la discusión sobre la sostenibilidad financiera de los municipios y buscar alternativas que lleven a una menor dependencia de los recursos que provienen de la federación —casi tres cuartas de sus ingresos provienen de participaciones y aportaciones del gobierno federal —.

Por ello, para retomar el tema en la agenda, Ethos Laboratorio de Políticas Públicas elaboró el reporte « El impuesto predial: la oportunidad que todos dejan pasar», con la idea de comenzar a identificar mejores prácticas que guíen la implementación de soluciones que sean factibles en el corto plazo y sean sostenibles en el tiempo.

Este documento fue presentado en un webinario, moderado por la Directora de Ethos, Liliana Alvarado, y lo comentaron Gabriela Garibay, Tesorera Municipal de Jacona, Michoacán; Fausto Hernández, profesor e investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas; y Emilio Barriga, Auditor Especial del Gasto Federalizado en la Auditoría Superior de la Federación.

Arturo Franco, investigador de Ethos, compartió que se distinguieron cuatro factores principales que inhiben la recaudación del predialel administrativo (falta de capacitación y de herramientas técnicas), el político (toma de decisiones relacionadas con el predial que priorizan la imagen del servidor público encima del bienestar de la comunidad y uso de exenciones y tratamientos preferenciales), el económico (la dependencia entre municipios y federación) y la falta de incentivos al contribuyente, quien no percibe los beneficios de pagar impuestos, pero tampoco conoce los riesgos de no hacerlo.

Algunas de las recomendaciones, indicó, son la capacitación, el uso más activo de la tecnología, sanciones diferenciadas entre los tipos de incumplimiento, generar una campaña de comunicación efectiva para hacer saber a los contribuyentes por qué el pago del impuesto predial representa un beneficio para la comunidad y serían las sanciones de no hacerlo, promover mayor colaboración entre municipios y dependencias federales y autoridades estatales, e identificar buenas prácticas de municipios con características similares y adecuarlas a su realidad.

En su participación, Gabriela Garibay destacó que uno de los aspectos considerado por el reporte y que ha comprobado desde su experiencia personal es que las administraciones públicas deben de fortalecer la capacitación y las herramientas técnicas al interior de los ayuntamientos y, por supuesto, deben incorporar herramientas digitales, pues el pago del predial actualmente puede tedioso para los contribuyentes.

Otro punto que abordó es la continuidad de sistemas que facilitan la contribución, que son adecuados y con el cambio de administración se hacen a un lado, o la incertidumbre que estas transiciones generan entre la ciudadanía, que se abstiene de hacer sus pagos al no saber qué va a pasar. También dijo que en las páginas de transparencia se deben señalar en qué se han aplicado los recursos, de manera que la gente vea en qué se aplican sus contribuciones, pues esta práctica aún no se realiza en varios municipios.

Mientras tanto, Fausto Hernández, para explicar por qué hay una baja recaudación del impuesto predial, habló de un experimento realizado en seis municipios de Oaxaca, donde el mayordomo, que es la autoridad religiosa, recaudaba mil veces más que la autoridad civil, en este caso, quien estaba al frente de la presidencia municipal o en la tesorería.

La razón, explicó, es que cuando el mayordomo recolectaba el donativo para la fiesta patronal, la gente observaba el producto: el mezcal, el mole, el adorno de la iglesia, la música. El hecho de que la gente vea en que se invierten sus aportaciones es primordial. También mencionó la calidad de los servicios, si esta no se nota, las personas tienen menor disposición para pagar. A esto se debe sumar la heterogeneidad de los municipios, aspecto tratado en el reporte, y el hecho de que hay tierra comunitaria, ejidal y conflictos por tierra.

Sobre el actual contexto y la necesidad de hacerse de ingresos, indicó que nunca va a ser un buen momento para cobrar impuestos, y aunque en medio de la crisis parece más complejo aún, a nivel de los municipios no hay que aflojar demasiado; y hablando del impuesto predial, precisó que se puede generar una estrategia donde se den facilidades, pero tratando de cobrar.

Finalmente, Emilio Barriga, Auditor Especial del Gasto Federalizado en la Auditoría Superior de la Federación, señaló que en México hay dos grandes tragedias fiscales, y ambas se relacionan con grabar la riqueza de los contribuyentes. Una de ellas es la tenencia y la otra se relaciona con las propiedades. Esta última es el impuesto predial, el impuesto local por excelencia, debido a que se recauda muy poco, además de que está altamente concentrado en la Ciudad de México y el Estado de México, ya que ambas entidades representan casi el 50% del total nacional.

Y expresó que si recaudáramos lo que recauda Inglaterra con relación a su PIB en materia de predial, el ingreso sería no de 57 mil millones de pesos, sino de casi un millón de millones de pesos; o si recaudáramos lo que recauda Argentina por este impuesto con relación a su PIB,   tendríamos 350 mil millones de pesos, es decir, los municipios en nuestro país contarían con 300 mil millones de pesos adicionales a los que tienen actualmente, poco más del monto total del presupuesto anual de la Ciudad de México.

Una propuesta que han impulsado, explicó, es una reforma al artículo 115 de la Constitución, en el cual se establece que los bienes de dominio público de la federación, de las entidades federativas y de los municipios están exentos del pago de predial, hecho que consideró una reminiscencia del pasado que debe eliminarse. “Habría ahí una fuente de ingresos muy importantes para los municipios y para la Ciudad de México. Esta es una propuesta que hemos venido haciendo y que creo sería importante dejarla como una reflexión”, subrayó.