Presupuesto adecuado, participación ciudadana y voluntad política; elementos contra la corrupción

jueves, 25 de mayo de 2017

Por: Ethos Laboratorio de Políticas Públicas

El documento aborda el impacto de la corrupción en el sector público, explica las reformas y leyes del SNA, los retos para su correcta implementación, entre otros factores.

Con el fin de abonar a la discusión sobre la problemática de la corrupción en México, Ethos Laboratorio de Políticas Públicas presentó el «Reporte Ethos. Descifrando la corrupción»

El evento se realizó en  las instalaciones del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) con panelistas distinguidos como el Comisionado Presidente Francisco Javier Acuña; el Comisionado Joel Salas Suárez; Jacqueline Peschard, Presidenta del Comité de Participación Ciudadana del SNA; Minerva Hernández, Diputada Federal e integrante del Caucus Anticorrupción; Elisa Suárez, Directora de Planeación de Políticas de Ética, Integridad y Prevención de Conflicto de Interés de la Secretaría de la Función Pública; y Alejandro Ríos Rippa, Presidente de la Comisión Nacional Anticorrupción de Coparmex.

«Descifrando la Corrupción» se centra en el impacto que la corrupción en el sector público tiene en el desarrollo del país. Asimismo, el estudio ahonda no solamente en las reformas constitucionales que dieron pie al SNA, sino que además busca explicar de una forma sencilla las leyes secundarias y su proceso de creación, entre otros temas de relevancia para entender la corrupción en México.

Una de las principales contribuciones de «Descifrando la Corrupción» es la estimación del presupuesto que se le asigna al SNAJosé Luis Chicoma, Director General de Ethos Laboratorio de Políticas Públicas, señaló que “conforme al cálculo de Ethos, la cifra asciende a aproximadamente  $7,382 millones de pesos”. Sin embargo, acotó que la cifra es aproximada porque: “1) no es posible identificar con precisión qué porcentaje del presupuesto de las distintas instancias se ejerce en tareas relacionadas con el combate a la corrupción (prevención, investigación y sanción); y 2) hasta el momento no se le han asignado recursos a las nuevas instancias del SNA (Secretaría Ejecutiva, Fiscalía Anticorrupción, entre otras)”.

José Luis Chicoma describió los retos que tiene el SNA, entre los que se encuentran: la falta de voluntad política para aplicar la ley; el que las entidades federativas hagan sus leyes a modo; una mala asignación presupuestaria ; y nombramientos discrecionales en puestos clave, entre otros.

Además, resaltó que “el uso de la tecnología en el futuro favorecerá una mayor eficiencia y rendición de cuentas del uso de recursos públicos”.

En lo que respecta a este último punto, Liliana Alvarado resaltó la importancia de transparentar el nombramiento de los dieciocho nuevos magistrados anticorrupción y del Fiscal Anticorrupción. 

Por su parte, Jacqueline Peschard comentó que “el Comité de Participación Ciudadana del SNA ha realizado su trabajo con apoyo de los recursos que le brindan diversas organizaciones de la sociedad civil; entre ellas Ethos, Transparencia Mexicana, entre otras”, ya que “durante los tres meses de vida del Sistema, no se ha planteado un presupuesto y no hay oficinas para que el comité se reúna”. 

El Comisionado Joel Salas, del INAI mencionó que el «Reporte Ethos. Descifrando la corrupción» “revela con claridad la multicausalidad y multidimensional de la corrupción. […] En relación a las causas de la corrupción bajo la lógica de factores institucionales, Ethos nos revela cuáles son estos problemas de diseño normativo, de diseño institucional que detonan la corrupción. En primera instancia está el ejercicio del poder de manera discrecional y la impunidad. Nos podemos enterar gracias a un diseño normativo como lo es el acceso a la información y la transparencia de que las cosas se hicieron mal pero de qué nos sirve […] si al final esos casos se quedan impunes”. 

Posteriormente, Francisco Javier Acuña, Comisionado Presidente del INAI, enfatizó en que “la corrupción no es un mal cultural, sino uno estructural y también «escultural» porque como sociedad vivimos adormecidos y a la vez, conscientes de este sistema apocalíptico”.

Por parte del Caucus Anticorrupción, la diputada federal, Minerva Hernández, puntualizó que “dentro el Caucus Anticorrupción, creemos que sin un verdadero combate a la corrupción y sin una efectiva rendición de cuentas, la transparencia sigue generando impunidad”.

En el reporte, Ethos recomienda vigilar la implementación de los Sistemas Locales Anticorrupción. En este sentido, José Luis Chicoma resaltó que en algunos estados hace falta fortalecer a las organizaciones de la sociedad civil para que den seguimiento a la implementación y dió a conocer que la organización ya trabaja en cinco estados en esta tarea (Michoacán, Chiapas, Estado de México, Morelos y Guerrero). 

Adicionalmente, «Descifrando la Corrupción» señala la urgencia de simplificar y modernizar los servicios gubernamentales. José Luis Chicoma menciona que la falta de competencia en el otorgamiento de los mismos y el inevitable contacto entre funcionarios públicos y ciudadanospropicia los actos de corrupción. La incorporación de la tecnología no solo facilitaría y agilizaría los trámites, sino también reduciría los actos de corrupción.